Viernes, 19 de Abril de 2024 - Corrientes. Activos: 910
 
 
Sociedad
Artículo de Opinión: "Valerosos Corazones PsicoSociales"
Por Marisa Pavón.
Enrique Pichon Rivière, quien se presentaba como “psicólogo social” y cuando alguien se animaba a decirle “no existe esa profesión”, no dudaba en decirle “me ocupo de crearla”.

Reconocido además de como un pensador, como un profesional que ante las situaciones que afligen, duelen, preocupan, desgarran, traumatizan al sujeto va a proponer un hacer coherente con el pensar y el sentir. Tanto tiempo ha transcurrido desde entonces, y aún así podemos acompañarnos con su teoría, y ver qué pasa ante esta nueva crisis mundial. Esta pandemia pone en juego (no solamente, aunque más fuertemente) nuestra salud, nuestro futuro laboral, profesional y además las consecuencias del aislamiento social preventivo en nuestro país.

Qué acciones en el consciente colectivo se pueden realizar en estas realidades, qué hacer con las preocupaciones, Pichon pensaría y haría algo que no sea quedarnos con esta angustia existencial, el maestro toda su vida la dedico a eso, nosotros como colectivo psicosocial a qué nos vamos a dedicar, qué herramientas tenemos, cómo podemos cuidar y cuidarnos, ¿nos animamos a abrir algunos interrogantes? Buscar nuevas soluciones a problemas viejos o viejas soluciones a problemas nuevos, así Pichon Rivière buscaría hablar de crear, de hacer cuando es difícil pero no imposible. Podemos tomar esta situación como objeto de estudio de aprendizaje como una posibilidad de que algo nuevo construyamos como sociedad.

La coherencia entre el pensar, el sentir y el hacer dice no solamente una forma de ver y entender el mundo, es además una búsqueda constante a través de la praxis. Algunas frases escuchadas nos pueden parecer utopías o simplemente mecanismos de poca elaboración. Para la Psicología Social el mundo está en permanente cambio y cada sujeto puede ser protagonista del cambio social planificado. Ahora con qué recursos llevar adelante ese proyecto de vida, ese modo diferente de hacer, pensar y sentir en un mundo que cambia por una pandemia, en un mundo donde hay pérdidas que elaborar, en un mundo donde tocamos fondo y a partir de allí seguramente lo único que nos salve sea darnos el impulso necesario y salir a flote. Aunque también es cierto que después de pasar muchas crisis uno queda más herido, más sensible, menos crédulo y con menos energía para ver las oportunidades.

Nuestro pensamiento crítico, -que seguramente ha salido del pensar para el hacer- seguramente también nos comience a demostrar que somos personas corajudas; tenemos el coraje como habilidad, que nos permite coincidir el sentir, el pensar y el hacer, coraje como virtud humana, coraje para llevar adelante una acción a pesar de los impedimentos y de los “impedimentores”, es algo propio, que otros no nos lo pueden proporcionar, coraje como actitud transformadora, personas con coraje, con valor y apasionamiento, para emprender la lucha al desánimo. Coraje que tanto los griegos como los romanos decían que provenía del corazón (“cordis” era la palabra), ya que para ellos ese era el lugar de los pensamientos no como nosotros que le asignamos al corazón el lugar de los sentimientos.

En estas crisis, en esta complejidad de situaciones difíciles, habrá que volver al maestro y así continuar con pasión por la psicología social y buscar el hacer. ¿Dónde? donde los pensamientos, los conocimientos se permiten encontrarse con los sentimientos y en saludables mezclas afrontar la vida. Hacer para encontrar el sano equilibrio, hacer para el otro y hacer para uno mismo.

Vuelvo a Enrique Pichon Rivière para comprender desde el maestro indagador operativo (no contemplativo) que si una crisis desenlaza una catástrofe, es ésta la que desorganiza a los sujetos, la crisis nos pone al borde, cuesta pero hay que reconocer que aún no estamos totalmente desorganizados. Tenemos nuestros marcos de referencia, hay que dar batalla para volver a la normalidad o a la nueva normalidad, pero volver. “Casi tan grave como la crisis es no encontrar el lugar donde poder hacer” dijo alguna vez Pichon y también nos dijo que “vayamos a los grupos, que ese espacio continente donde sus integrantes se acompañan, resuenan, se identifican”.

Considerando que su frase más divulgada es la de “planificar la esperanza”, qué se hace cuando es difícil de encontrar esa esperanza, difícil de encontrar-se y de encontrar-nos.

Habrá que juntar coraje y así de la mente al corazón, ida y vuelta, pensar y sentir a Enrique Pichon Rivière para hacer un cambio social, también necesitamos tiempo para aprender a reconocer lo que hemos aprendido, sino hacemos un como si del cambio, y nosotros sabemos cómo hacer y cómo mostrar lo que hemos aprendido. Por lo tanto habrá que hacer más, habrá que hacer más esfuerzos y no bajar los brazos, no perder ideas, no desajustar tiempos, no perder lugares (es ahora, es aquí), y por sobre todas las cosas para cuidar y cuidarnos tenemos que disfrutar de lo que hacemos así también nuestro corazón disfruta y volvemos de la mente al corazón, ida y vuelta.

Será este el destino de la psicología social, estar haciendo, pensando y sintiendo en esta realidad difícil para la gente.

Será nuestro destino como colectivo psicosocial estar ocupándonos de esta realidad.

Valerosos Corazones (Litto Nebbia)

Quién podrá detener a nuestros sueños
que será más feroz que nuestras almas
todo puede suceder como quisimos
si se trata de elegir nuestro destino.


Lunes, 10 de agosto de 2020

 
 
 
 
Redacción: redaccion@minutocorrientes.com
San Lorenzo 1888  -  Corrientes  -  Argentina
03794 151515151515
Copyright ©2020  |  Minutocorrientes.com  |  Todos los derechos reservados